Gran lugar para alojarse Lyster. Hotel lindo, habitación enorme. Desayuno con bacon. Las habitaciones con un baño privado. Empleados excelentes con buenos modales. Ubicación en las proximidades de una colina, de restaurantes, de camino para bicicletas.

Nos encantó la amplitud y luminosidad de la vivienda donde nos hospedamos. Además, el excelente amueblamiento y el encantador jardín crearon una experiencia muy agradable. Los dueños, Alain y Élianne, fueron muy simpáticos y amables, proporcionando un trato excepcional. La ubicación es perfecta para explorar en bicicleta la ruta del Sentier Transcanadien, aunque el pueblecito no tenga mucho que ofrecer en términos de entretenimiento.

Aunque el alojamiento era perfecto, hubiera sido genial si el pueblecito tuviera más opciones de ocio.

Una habitación impecable con un baño privado y una posición encantadora. El personal es excelente, el director también. Me ha gustado el ambiente del hotel, tranquilo.